Se trata de la selección avanzada 68.158 del Programa de Mejoramiento Genético de INIA, que ya está dando resultados atractivos con gran potencial de llegar a ser una variedad con pasaporte chileno y ganas de recorrer el mundo.
En una nueva temporada de evaluación, esta selección muestra interesantes características para satisfacer las necesidades productivas y de mercado dentro de la cartera de exportación.
Una de las cualidades que presenta esta uva de mesa roja y sin semilla es su ventana de cosecha de media estación, puesto que en la actualidad la oferta varietal está desplazada hacia la cosecha tardía, dejando insatisfecha la demanda por buenas variedades rojas más tempranas.
Para conocer más detalles de la selección 68.158 del Instituto de Investigaciones Agropecuarias, el pasado martes 8 de enero, se llevó a cabo un día de campo en INIA Vicuña, donde resaltaron sus características organolépticas: uva de media estación, con atractivo color rojo y crocante al comer, es lo que define principalmente a esta candidata para variedad, que además, promete buena postcosecha.
Respecto a sus rasgos técnicos, destaca la fertilidad alta y muy buen raleo natural.
“No requiere de aplicaciones de ácido giberélico para raleo de flores, aunque una aplicación de 0,5 ppm podría mejorar la caída de flores para tener un racimo más suelto”, indica Antonio Ibacache, experto en vides de INIA; y añade que “para estimular el crecimiento de las bayas basta con una aplicación de ácido giberélico cuando el diámetro de las bayas sea de alrededor de 8mm.
De acuerdo con el experto, es una selección con un alto porcentaje de fructificación (sobre 80%) en todas las yemas de los cargadores. Por lo tanto, su potencial productivo es alto, sin problemas de postcosecha hasta los 60 días.
“Esto implica una gran ventaja productiva, ya que asegura una oferta alta de fruta, permitiendo al agricultor escoger qué racimos trabajará y cuál eliminar”, agrega Diego Bustos, jefe de producto vides de A.N.A Chile.
Igual de importante es el comportamiento de esta selección en postcosecha, que, tal como indica Bruno Defilippi, investigador especialista en postcosecha de INIA, “la fruta de la selección 68.158 corresponde a una fruta firme y con un potencial de guarda sobre 60 días manteniendo textura y calidad de raquis. Ninguno de estos atributos se afecta por el uso de bromuro de metilo y manejos estándares de postcosecha”.
Asimismo, representantes de las empresas asistentes a la actividad destacaron que se trata de una uva comercialmente interesante, que por su atractivo color rojo y firmeza, podría penetrar en todos los mercados.
“Se espera una buena aceptación, dado su agradable calidad organoléptica, buena vida de postcosecha y atractiva apariencia” señaló Bustos.
Actualmente, esta selección está en la fase final de evaluación, y podría pasar a ser una variedad comercial en poco tiempo más.